domingo, 28 de mayo de 2017

El regreso a la piscina

El pasado lunes volví por fin a la piscina después de casi tres semanas de inactividad debido a mi rotura de fibras en el gemelo.
Todavía no me encuentro suficientemente recuperado por lo que probé a nadar despacio, con mucha precaución, sin hacer movimientos bruscos y sin apenas mover las piernas. Resulta más lento el avance en el agua de este modo, pero sin embargo, me encontré aliviado de poder volver a hacer ejercicio en la piscina de nuevo.
En cuanto a la clase, Eduardo nos pidió que nos juntáramos en grupos de tres y luego que hiciésemos grupos de tres diferentes nuevamente para no ir con los mismos compañeros que habíamos escogido y trabajar así con otros diferentes de los que solemos estar.
Mis dos compañeros fueron Jacobo y Mario y la tarea que se nos pidió fue la de preparar una sesión de unos 15 minutos en la que hubiese que recorrer 400 metros de piscina diseñando nosotros mismos los ejercicios a realizar.
Decidimos diseñar una sesión con el objetivo de trabajar la coordinación general de los cuatro estilos de nado. El orden de utilización del material fue tablas para potenciar el trabajo del tren inferior, pull voy para inmovilizar las piernas y centrarse en el movimiento del tronco y el miembro superior y las aletas para aumentar la velocidad del nado. Y el orden de trabajo de los diferentes estilos fue, primero croll, después mariposa combinando con espalda y por último braza combinada también con espalda. Puesto que no estaba en las mejores condiciones para realizar esta activicad, mi labor consistió en observar la realización de los ejercicios por parte de mis compañeros, desde el borde de la piscina y comentarles mis impresiones.

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