El billar, un deporte (02/04/2017)


Las características poco corrientes del billar comparado con otros deportes hace que surja la duda sobre si se lo puede considerar como tal, para alguien que no lo conozca lo suficiente.




El billar es un deporte de precisión como lo pudiera ser el tiro con arco, el tiro deportivo, el golf, los dardos, el curling, etc. También se puede comparar con deportes de lanzamiento como en atletismo son, el peso, disco, martillo o jabalina, aunque en estos predomine más la fuerza.

Dicho esto, se trata de un deporte con tantas cualidades y tan hermoso que no es necesario compararlo con ningún otro.

El billar es un deporte de más actividad psíquica que física, de planificación, estrategia, técnica, exactitud y habilidad, pero también de fortaleza mental, de autocontrol, de concentración. Se trata de una enorme escuela de vida.





Hay razones de peso para recomendar la práctica de este deporte, y ya desde niños:


No hay límites, lo puede practicar cualquier persona, independientemente de la edad, altura, sexo, etc.

Es divertido, es un juego dinámico, imprevisible y muy adictivo, llegas a pensar que todo el mundo debería de saber jugar, que cuanto más aprendes menos sabes y que nunca dejas de descubrir nuevos secretos.

Mejora la coordinación, y esto es muy importante en edades tempranas, porque es útil para la práctica de otros muchos deportes.

Se utilizan las leyes de la física y las matemáticas, por lo que la ciencia está presente en cada jugada de forma práctica y divertida. Se hacen cálculos de distancias, ángulos, efectos, fuerzas y velocidades.

Se agiliza la memoria reteniendo cálculos, fórmulas, jugadas, que ayudan a ejercitar nuestra mente y asimilar conceptos.

Es muy útil para la toma de decisiones, pues jugando a billar hay que tomar decisiones constantemente y esto nos ayudará a hacerlo mejor y más rápido, mejorando la seguridad y confianza en uno mismo. Además será muy común cometer errores y gracias a ellos aprenderemos.

También aprenderemos respeto, honestidad y disciplina, valores que no sólo son importantes para el billar, sino también para nuestras relaciones con los demás, con conductas como por ejemplo: guardar la compostura, guardar silencio y mantenerse quieto mientras el contrario juega, elogiarlo ante el buen juego, reconocer una falta cometida por uno mismo, entre otras.

También es muy importante su utilidad para combatir el estrés, se mejora la capacidad de concentración y se aumenta la autoestima.




De estas líneas se puede concluir que, si bien en sus origenes surgió como un entretenimiento, el billar no es un simple juego asociado a los bares, a la noche o a insanos ambientes, sino que es un deporte noble en el que se puede aprender a resolver situaciones complicadas, a tomar buenas decisiones y a desarrollar la fortaleza mental.






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